Malibú, en la soleada costa de California, es mucho más que un destino turístico, es un santuario del surf. Esta localidad, conocida por su legendaria ola de derecha y su conexión con el nacimiento del surf moderno, ha atraído a generaciones de surfistas desde los años 50. En sus aguas rompieron algunas de las primeras olas que definieron el estilo californiano, y hasta hoy sigue siendo uno de los lugares más emblemáticos para quienes buscan una experiencia auténtica y llena de historia.
La escena surfista en Malibú combina tradición, cultura y belleza natural. La playa de Surfrider, en particular, es sinónimo de longboard clásico, sesiones relajadas y picos que ofrecen líneas limpias y maniobras fluidas. No obstante, Malibú no es solo para surfistas nostálgicos, debido a que también atrae a riders jóvenes que buscan perfeccionar su técnica en condiciones controladas y con olas previsibles. Además, la ciudad ofrece infraestructura, escuelas de surf, tiendas especializadas y un ambiente que complementa la experiencia en el agua.

Esta guía está pensada para surfistas de todos los niveles que deseen conocer Malibú desde la perspectiva del mar. A lo largo de este artículo descubrirás cuáles son los mejores spots, cuál es la mejor época para viajar, qué llevar y cómo comportarse en el agua para aprovechar cada sesión.
Las mejores épocas para surfear en Malibú
Malibú ofrece olas durante todo el año, pero hay momentos en los que las condiciones se vuelven especialmente favorables. La mejor temporada de surf es entre los meses de mayo y septiembre, cuando el hemisferio norte entra en verano y las marejadas del sur comienzan a llegar de forma constante. Durante esta época, las olas son más largas, limpias y adecuadas tanto para principiantes como para longboarders clásicos.
En los meses de invierno, entre diciembre y febrero, también se reciben swells, aunque suelen ser menos consistentes y acompañados de condiciones meteorológicas más frías y húmedas. Aun así, los días buenos no desaparecen, haciendo que los surfistas más experimentados aprovechen las ventanas de swell con menos crowd. La temperatura del agua puede bajar, por lo que se recomienda el uso de un traje de neopreno de 3/2 mm o incluso 4/3 mm para mantenerse cómodo durante las sesiones más frías.
Por otro lado, las mejores condiciones en Malibú se dan con marea media y viento offshore por la mañana, lo que garantiza olas limpias y bien formadas. Las tardes pueden presentar viento onshore, aunque en días sin brisa la ola se mantiene perfecta.
Principales spots de surf en Malibú
Malibú es sinónimo de Surfrider Beach, probablemente el spot más famoso de la ciudad y uno de los point breaks más icónicos del mundo, con un lineup muy formado en el agua. Se compone de tres secciones principales: First Point, Second Point y Third Point, cada una con características distintas.
- First Point es adecuado para longboarders gracias a su ola suave, prolongada y perfectamente moldeada, perfecta para realizar maniobras clásicas con estilo y control.
- Second Point ofrece una ola más rápida y técnica, cómoda para shortboarders que quieren practicar giros potentes y transiciones rápidas entre secciones. Se trata de un spot con menos espacio, por lo que requiere mayor habilidad para posicionarse y aprovechar cada ola.
- Por su parte, Third Point es más expuesto al viento y funciona bien con marejadas más grandes, atrayendo a surfistas más experimentados que buscan fuerza y variedad en cada serie.
Además de Surfrider, hay otros spots cercanos como Zuma Beach o County Line, donde las olas rompen sobre fondo de arena y son más accesibles para principiantes o para quienes buscan escapar del crowd. Estos lugares ofrecen condiciones distintas, menos técnicas, pero con potencial para sesiones divertidas.
Consejos para surfear en Malibú como un local
Surfear en Malibú no solo requiere técnica, también implica conocer y respetar la cultura local del pico. Como uno de los lugares más populares del surf californiano, el crowd es constante, y, saber cómo comportarse en el agua es clave para tener una buena sesión. El primer consejo es simple: observar. Antes de lanzarse al agua, hay que dedicar unos minutos a ver cómo funciona el pico, cómo se distribuyen los surfistas, dónde se forman las olas y cómo fluye la prioridad.
El respeto es fundamental, ya que Malibú tiene una fuerte presencia de surfistas locales que conocen la ola a la perfección. Por ello, hay que evitar dropear a otro surfista, no remar por la línea de alguien que está surfeando y esperar el turno. También es importante no intentar destacar en un entorno donde el estilo y la armonía son más valorados que la agresividad. En Malibú, una maniobra bien ejecutada con elegancia vale más que un intento desesperado de llamar la atención.
Otro aspecto a tener en cuenta es el equipo, ya que en Malibú, el longboard es rey, especialmente en First Point. Si se decide usar uno, hay que asegurarse de tener el control necesario para realizar cross-step, girar desde la cola y mantener la línea sin interferir con otros surfistas. Si se usa un shortboard, Second Point o Third Point es la opción para evitar tensiones.
¿Qué llevar a Malibú para surfear?
Surfear en Malibú es una experiencia que se disfruta más si se va bien preparado. El primer paso es elegir el equipo adecuado, y, si se va a surfear First Point, lo fundamental es un longboard de al menos 9 pies, con configuración single fin y buen volumen para deslizarse con fluidez. Si se prefieren olas más rápidas o maniobras modernas, un shortboard también funciona bien en Second o Third Point.
La temperatura del agua en verano ronda los 18-21 °C, por lo que con un traje de neopreno 3/2 mm será suficiente. En invierno, la temperatura baja, y puede ser necesario un 4/3 mm. Además del neopreno, no olvidarse de un leash resistente, parafina adecuada para agua fría o templada, y un rash guard o licra si se va a surfear sin traje.