Entre las maniobras más útiles y visualmente atractivas en el surf está el floater, una acción que permite al surfista superar secciones que rompen con fuerza, en lugar de detener su recorrido o salirse de la ola. Este movimiento, que consiste en deslizarse por la espuma de la cresta, se ha convertido en una herramienta estratégica que todo surfista debe dominar.

Aunque puede parecer una maniobra de transición simple, el floater requiere control, equilibrio y buen timing. Su función principal es superar una sección que se está cerrando o proyectarse hacia la siguiente parte de la ola, sin perder velocidad ni ritmo. También puede usarse como maniobra de cierre, cuando el surfista decide terminar una ola con estilo, elevándose sobre la espuma antes de caer.

En este artículo exploraremos qué es exactamente un floater, cuándo conviene usarlo, cómo ejecutarlo paso a paso, los errores más comunes y cómo integrarlo dentro del repertorio de maniobras.

¿Qué es un floater y cuál es su función?

Un floater es una maniobra en la que el surfista se desliza sobre la cresta o espuma de una ola que se está cerrando. A diferencia de maniobras que giran o cambian de dirección, el floater busca pasar por encima de una sección colapsada, manteniendo la velocidad y el control hasta volver a la pared funcional. Dicho de otra manera, es una forma efectiva de continuar una ola que, de otro modo, parecería haber terminado.

Su utilidad principal es superar secciones críticas, ya que cuando una parte de la ola empieza a cerrar, el surfista puede subir rápidamente hacia la parte superior y deslizarse por encima de la espuma. Esto le permite llegar a una sección que sigue abierta y aprovecharla para seguir surfeando, siendo también una excelente maniobra de cierre en olas que acaban con una explosión de espuma: un buen floater en el final muestra control, potencia y determinación.

Visualmente, el floater es muy atractivo, ya que el surfista se eleva por encima de la espuma, manteniendo el equilibrio mientras la tabla planea sobre una superficie inestable. El hecho de ejecutarlo correctamente demuestra dominio de la tabla y lectura precisa de la ola. Si bien es más común en olas pequeñas o medianas, también se puede ver en olas grandes como parte de combinaciones más complejas.

¿Cuándo usar un floater y qué condiciones lo favorecen?

El momento adecuado para usar un floater es cuando una ola empieza a cerrarse por delante, pero aún ofrece posibilidad de seguir abierta después de esa sección. Si el surfista identifica esta situación a tiempo, puede subir hacia la cresta, realizar el floater y “caer” nuevamente sobre la pared ya formada. Este uso táctico convierte al floater en una puerta de paso hacia una nueva sección.

Por otro lado, también es muy común usar el floater como maniobra final, sobre todo en olas que terminan con una explosión o cuando ya no hay pared para maniobras más técnicas. De esta manera, terminar con un floater bien ejecutado añade dinamismo y seguridad a la ola, mostrando que el surfista domina la ola hasta el último segundo. En competiciones, esto puede marcar la diferencia entre una ola incompleta y una bien cerrada.

Las condiciones que más favorecen el uso del floater son las olas de beach break, rápidas y con secciones intermitentes como ocurre con periodos medios. En estas olas, es frecuente encontrar partes que se cierran rápido, pero que luego vuelven a abrir. También es adecuado en olas pequeñas, donde no hay fuerza suficiente para realizar maniobras más agresivas.

Técnica paso a paso para hacer un floater correctamente

Para ejecutar un floater efectivo, lo primero es leer la ola, y, cuando se note que la sección por delante va a cerrarse, realizar un bottom turn corto para subir rápidamente hacia la parte alta de la ola. La clave es mantener la velocidad para no quedarse atrapado en la espuma. Al llegar a la cresta, se inclina ligeramente el cuerpo hacia atrás y se mantienen las rodillas flexionadas para absorber el impacto de la espuma.

Una vez se esté sobre la sección rota, se debe mantener la tabla plana o ligeramente apoyada sobre el rail exterior para deslizarse de forma estable. En este momento es importante el equilibrio, debido a que la espuma puede empujar con fuerza, por lo que el cuerpo debe estar relajado pero firme, con los brazos ayudando a estabilizar. El tiempo sobre la espuma varía según la ola, pero lo mejor es mantener el control y prepararse para la bajada.

Para completar el floater, se anticipa la caída y la reconexión con la ola inclinando el peso hacia adelante y preparando las piernas para absorber el impacto. Si la pared continúa, hay que reincorporarse rápidamente al recorrido, y si es el final de la ola, se busca caer con control sobre la espuma.

Los errores al hacer un floater

Uno de los errores más frecuentes al intentar un floater es no tener suficiente velocidad al subir a la cresta. Sin velocidad, la tabla se frena al tocar la espuma, provocando desequilibrio o una caída inmediata. Para evitar esto, hay que asegurarse de realizar un bottom turn ágil y mantener el impulso durante toda la subida. La velocidad es la mejor aliada para flotar con estabilidad sobre la sección rota de la ola.

Otro error típico es no mantener el cuerpo relajado y los ojos enfocados en la trayectoria. Algunos surfistas miran sus pies o se tensan al sentir el empuje de la espuma, lo que provoca pérdida de control. En cambio, es importante mantener una postura baja, con las rodillas flexionadas y el torso centrado. Los brazos deben estar activos, ayudando al equilibrio como si se estuviera en una cuerda floja sobre el mar.

También es común fallar en la bajada, especialmente cuando no se anticipa el punto de reentrada. Si no se transfiere el peso hacia adelante al momento adecuado, la tabla puede clavarse o deslizarse. Para evitarlo, se debe observar la pared o la espuma, dependiendo de donde se quiere aterrizar y mover el peso suavemente hacia la zona de caída.