Hossegor, ubicado en la costa suroeste de Francia en la región de Las Landas, es un nombre que resuena con fuerza en el mundo del surf. Sus playas abiertas, sus fondos de arena móviles y su exposición directa al océano Atlántico lo convierten en uno de los destinos más consistentes y potentes de Europa. Este pequeño pueblo costero ha evolucionado de ser un tranquilo refugio vacacional a convertirse en un punto de encuentro internacional para surfistas que buscan olas rápidas, potentes y, sobre todo, tubulares.
En este contexto, Hossegor es conocido como el «tubo europeo» por excelencia, y no es una exageración. En este lugar, spots como La Gravière ofrecen condiciones que rivalizan con las olas más famosas de Indonesia o Hawaii. Su combinación de swell frecuente, fondo de arena y formación de olas de calidad hace que los tubos en Hossegor sean intensos, técnicos y fotogénicos. No es casualidad que haya sido sede de etapas del circuito mundial de surf (WSL), atrayendo a los mejores surfistas del planeta año tras año.

Sin embargo, viajar Hossegor no es solo por una ola, es por un estilo de vida. El ambiente en el pueblo, la cultura surfista que lo envuelve y la belleza natural de sus playas lo convierten en una experiencia completa. En este artículo exploraremos sus spots más emblemáticos, las mejores épocas para visitarlo, qué nivel se necesita para surfear en este lugar y cómo prepararse para enfrentarse a una de las rompientes más desafiantes del viejo continente.
La Gravière – Tubos de arena que marcan época
La Gravière es, sin duda, el spot más importante de Hossegor. Este beach break se ha ganado su reputación gracias a la perfección de sus tubos, que rompen con fuerza sobre bancos de arena que cambian constantemente. Lo que hace especial a La Gravière es su capacidad de generar tubos huecos y profundos, comparables a los de olas como Pipeline o Puerto Escondido. Cuando las condiciones son adecuadas, la ola rompe con violencia, formando una pared compacta que exige técnica, valor y precisión.
El mejor momento para surfear en La Gravière es entre septiembre y noviembre, durante el otoño europeo. En esta época, el Atlántico genera swells consistentes, el viento suele soplar offshore por las mañanas y las temperaturas todavía son agradables. De igual forma, es también cuando se celebran competiciones internacionales, lo que añade energía al ambiente y permite ver a los mejores del mundo en acción. Aun así, incluso fuera de temporada, La Gravière puede sorprender con sesiones intensas y tubos inesperados.
Eso si, es una ola apta para principiantes. Su rompiente rápida y su fondo de arena poco profundo hacen que cada take off sea un desafío. Los surfistas deben tener experiencia en olas huecas y saber leer bien el pico. La línea de entrada se comparte con riders locales y visitantes que conocen bien la zona, por lo que el respeto y la observación son fundamentales.
Otros spots destacados – La Nord, Les Culs Nus y Le Sud

Aunque La Gravière se lleva la fama, Hossegor ofrece una variedad de spots para diferentes niveles y condiciones. Uno de los más reconocidos es La Nord, que se encuentra justo al norte de La Gravière. Esta ola es más grande y lenta, perfecta para días de swell grande en los que otros spots se vuelven peligrosos. La Nord permite surfear olas potentes de hasta tres metros con más margen para maniobras, aunque sigue siendo un desafío para surfistas avanzados.
Más al norte se encuentra Les Culs Nus, un spot con un ambiente más relajado y menos crowd. En este lugar, el fondo de arena forma picos que pueden generar izquierdas y derechas, y suele ser una buena opción para sesiones largas y variadas. Este tramo de playa es también uno de los preferidos por surfistas intermedios que quieren practicar en condiciones menos agresivas que La Gravière.
Hacia el sur, Le Sud es otro punto a considerar, especialmente para surfistas de nivel medio o principiantes acompañados por instructores. Aunque también es un beach break, las olas tienden a ser más suaves y menos rápidas, lo que permite practicar sin el riesgo que implican los tubos más huecos.
Temporadas, mareas y condiciones perfectas
Surfear en Hossegor exige una buena comprensión de las temporadas y condiciones marítimas, ya que la naturaleza cambiante de sus fondos arenosos puede transformar radicalmente la ola de un día a otro. La mejor época para surfear va de septiembre a noviembre, cuando el Atlántico genera swells sólidos, los vientos suelen soplar offshore y la temperatura del agua aún permite sesiones cómodas con trajes de neopreno 3/2 mm o 4/3 mm para los más frioleros.
Durante el invierno, los swells pueden ser más grandes y potentes, pero el clima se vuelve más frío y las condiciones más extremas, reservadas para surfistas con mucha experiencia. En primavera y verano, el mar se calma un poco y ofrece oportunidades para quienes recién comienzan o prefieren olas más manejables, aunque las sesiones de olas grandes son menos frecuentes. La lectura del parte de olas y las mareas se vuelve esencial, ya que Hossegor responde de forma diferente según cada tramo del día.
La marea media bajando suele ser la más favorable en spots como La Gravière, ya que permite que los tubos se formen con precisión. Sin embargo, al ser un beach break, los fondos cambian constantemente, y lo que hoy es perfecto puede volverse cerrado al día siguiente.
Nivel, preparación y consejos para surfear Hossegor

Hossegor es un destino exigente que puede recompensar al surfista preparado, pero también desafiar sin piedad a quien lo subestima. La potencia de sus tubos, la velocidad del take off y la cercanía del fondo de arena exigen técnica, experiencia y respeto por el mar. No es un lugar para iniciarse en el surf sin una escuela, aunque sí lo es para progresar y enfrentarse a condiciones reales que forjan carácter y habilidades.
Para surfistas intermedios o avanzados, es recomendable llevar una tabla más corta y reactiva, con suficiente rocker para manejar los take offs verticales de La Gravière. También es útil tener una tabla de volumen medio para días grandes en La Nord, donde se necesita remada potente. Un traje de neopreno 3/2 mm suele ser suficiente de primavera a otoño, pero en invierno se recomienda un 4/3 mm. Llevar un leash resistente y protector solar es básico, como en cualquier spot expuesto.