En el mundo del surf, la remada es una de las habilidades más importantes y, al mismo tiempo, más subestimadas. Muchos surfistas se concentran en el take off, las maniobras o el estilo sobre la ola, sin darse cuenta de que el verdadero dominio empieza antes de pararse en la tabla. La mayoría del tiempo en el agua se pasa remando: para llegar al pico, para posicionarse, para escapar de las series o para alcanzar la ola perfecta. Por eso, aprender a remar correctamente es clave para progresar en el surf, y, evitar los errores más comunes en la remada.
Una buena remada no se basa únicamente en fuerza bruta. Se trata de una combinación de técnica, resistencia y fluidez, ya que cada brazada cuenta, y remar de forma incorrecta no solo te fatiga más rápido, sino que limita tus posibilidades de coger olas. Cuando se realiza de manera eficiente, remar se convierte en un movimiento armónico, casi automático, que permite optimizar la energía y aprovechar cada oportunidad en el mar. Como cualquier habilidad, requiere práctica, conciencia y, sobre todo, correcciones constantes.

Este artículo está diseñado para ayudarte a comprender los fundamentos de una remada efectiva. Para ello, hablaremos de cómo debe ser la técnica correcta, qué músculos necesitas fortalecer, cómo remar con fluidez y qué ejercicios puedes hacer dentro y fuera del agua para mejorar. Si quieres coger más olas, llegar antes al pico y disfrutar más tus sesiones, aprender a remar bien es el mejor punto de partida.
Técnica de remada: Posición, coordinación y respiración
La técnica de remada en el surf empieza por una buena postura. Debes colocarte sobre la tabla de forma que la punta esté ligeramente elevada, sin clavarse en el agua ni elevarse demasiado. El pecho debe mantenerse levantado, apoyado sutilmente en la tabla, y la cabeza mirando al frente, no hacia abajo. Esta alineación corporal permite reducir la fricción con el agua y mantener el equilibrio. Además, evita que el cuerpo se hunda, lo que haría la remada más lenta y agotadora.
Los brazos deben moverse de forma alterna, entrando al agua con la mano ligeramente por delante del hombro y empujando hacia atrás con fuerza controlada. El codo debe mantenerse algo flexionado, permitiendo que el antebrazo y la mano actúen como una pala que impulse el cuerpo. No se trata de chapotear ni de remar superficialmente, sino de hacer una tracción profunda, potente y fluida. Al mismo tiempo, es importante que el movimiento no cause balanceos laterales, ya que estos desequilibran la tabla y hacen perder velocidad.
La respiración también juega un papel importante, y, a pesar de que muchos surfistas olvidan respirar de forma consciente mientras reman, es vital para alcanzar el máximo rendimiento. Inspirar de manera rítmica y coordinada con el movimiento ayuda a oxigenar mejor el cuerpo y a mantener la calma. Una respiración constante evita la rigidez muscular y permite remar durante más tiempo sin agotarse.
Fuerza y resistencia en la remada

Para remar bien, no basta con tener buena técnica, ya que también es necesario contar con fuerza y resistencia muscular. Los principales músculos implicados en la remada son los dorsales, los hombros, el core (zona abdominal y lumbar) y los tríceps. Estos grupos musculares permiten realizar movimientos potentes y repetitivos sin perder eficiencia. Si no están bien entrenados, es muy probable que te fatigues pronto y pierdas oportunidades de coger buenas olas durante la sesión.
El entrenamiento fuera del agua puede marcar una gran diferencia, y, ejercicios como dominadas, remo con gomas, planchas, nadar en piscina o entrenamientos funcionales centrados en el tren superior y el core son adecuados para mejorar la condición física específica del surfista. También es fundamental trabajar la resistencia aeróbica mediante sesiones de cardio que simulen el esfuerzo prolongado de remar en el mar. Cuanto más fuerte y resistente estés, más olas podrás remar y más tiempo disfrutarás en el agua.
Fluidez y eficiencia: ¿Cómo remar más con menos esfuerzo?
Remar con fluidez significa deslizarse por el agua sin interrupciones ni movimientos bruscos. Muchos surfistas desperdician energía al remar de forma descoordinada, con movimientos cortos y nerviosos que generan fatiga sin avanzar realmente. La clave está en remar con cadencia, controlando el ritmo y sintiendo cómo cada tracción te impulsa hacia adelante. De esta manera, es como nadar en cámara lenta pero con intención: menos fuerza, más deslizamiento.
La eficiencia nace del equilibrio entre técnica y ritmo. No se trata de remar más rápido, sino de remar mejor. Esto implica mantener el cuerpo alineado, evitar movimientos laterales, controlar la respiración y encontrar el tempo adecuado que permita mantener la velocidad sin agotarse. Al remar con fluidez, el surfista se convierte en parte del agua, en lugar de luchar contra ella. Además, remar así facilita una entrada más limpia a la ola y una mejor lectura del mar.
Consejos para progresar – Práctica en seco, ejercicios y mindset

Mejorar la remada no es algo que ocurra de un día para otro, pero hay estrategias concretas que puedes aplicar para acelerar tu progreso. Practicar en seco es una de ellas: tumbarse sobre la arena, una tabla o colchoneta, simular el movimiento de remada o corregir posturas frente a un espejo o con ayuda de vídeos puede ayudar a integrar una mejor técnica. Esta práctica fuera del agua permite enfocarse en detalles que quizás en el mar no se perciben por el movimiento constante.
También se pueden incluir ejercicios funcionales en la rutina semanal de entrenamiento. Las gomas elásticas, las planchas, los ejercicios de espalda y los entrenamientos con peso corporal con TRX son excelentes para fortalecer los músculos específicos que usas al remar. Si se tiene acceso a una piscina, nadar con técnica de crol largo y profundo es una forma directa de mejorar fuerza y fluidez. Incluso entrenamientos de equilibrio y movilidad ayudarán a mantener una postura más estable sobre la tabla.
Pero más allá del cuerpo, está la mente también. Tener una actitud paciente, constante y consciente es fundamental para progresar. No hay que frustrarse si al principio no se ven grandes cambios: cada sesión suma. Graba, analiza tus errores y, sobre todo, disfruta del proceso. La remada, como todo en el surf, es una danza con el mar, y, cuanto más conectes con tu cuerpo y con el entorno, más natural será cada movimiento.