En el mundo del surf, cada elemento del equipo cumple una función específica y vital. En este sentido, entre todos ellos, uno de los más importantes, y a menudo subestimado, es el leash, también conocido como invento. Este accesorio, que une al surfista con su tabla mediante una cuerda resistente, es sinónimo de seguridad, control y eficiencia en el agua. Aunque pueda parecer un simple cable, su rol es fundamental en cualquier sesión, ya sea en olas pequeñas o en condiciones de gran potencia.
El leash evita que la tabla se aleje después de una caída, lo que reduce el riesgo de pérdida, acelera la recuperación y, sobre todo, previene accidentes con otros surfistas. Su invención revolucionó el surf en los años 70, permitiendo una mayor libertad en las maniobras sin tener que nadar hasta la orilla cada vez que se caía una ola. Un invento de calidad es tan básico como la propia tabla de surf, logrando de estar manera un surf cómodo, seguro y de calidad.
Comprar los mejores inventos para surf
A continuación, hemos seleccionado los mejores inventos para surfear, logrando de esta manera mantenerse unido a la tabla de surf, independientemente de las olas. Nuestra selección consta de 5 opciones distintas de los mejores modelos, así como de un enlace al catálogo completo de leashes para surf.
¿Qué es un leash de surf y para qué sirve realmente?
El leash es una cuerda elástica y resistente que conecta el tobillo o pantorrilla del surfista con la parte trasera de la tabla, concretamente al leash plug. Su función principal es mantener unida la tabla al surfista después de una caída, evitando que se aleje con la corriente o las olas. Este simple gesto de conexión permite una recuperación rápida y eficaz, y en muchas situaciones puede marcar la diferencia entre una sesión segura y un accidente potencial.
El leash está compuesto por varios elementos: una cuerda de uretano de alta resistencia, que constituye el cuerpo principal; un cierre de velcro acolchado que se ajusta a la pierna del surfista; un swivel o giro metálico que evita que el leash se enrede; y el rail saver, una pieza intermedia que protege la tabla del tirón directo. Cada uno de estos componentes cumple una función esencial para que el leash trabaje de manera eficiente sin generar incomodidades.
Además, existen leashes de distintos grosores, longitudes y estilos. Los modelos más delgados se utilizan en olas pequeñas o para surfistas avanzados que buscan reducir el arrastre. En cambio, los más gruesos y resistentes están diseñados para olas grandes o condiciones más extremas. También varía la longitud, que debe ser proporcional al tamaño de la tabla. Como regla general, el leash debe medir aproximadamente lo mismo que la tabla.
Tipos de leash según disciplina y condiciones
En el mercado existen distintos tipos de leash, diseñados para adaptarse a cada estilo de surf y tipo de ola.
- El más común es el leash estándar, usado en tablas cortas y condiciones de olas medianas. Este leash de surf tiene una longitud que va de 6 a 7 pies y un grosor medio, equilibrando seguridad y movilidad. Por ello, es el más versátil, adecuado para surfistas de todos los niveles. Este tipo es adecuado para sesiones diarias en la mayoría de playas.
- Para quienes practican longboard, se suele usar un leash más largo, entre 9 y 10 pies, que se coloca en la pantorrilla para permitir caminar sobre la tabla sin enredos. Los longboarders tradicionales a veces prefieren surfear sin leash, pero en la mayoría de los spots actuales su uso es recomendado o incluso obligatorio por seguridad.
- Por otro lado, también existen leashes especiales para tablas “soft” de escuela, con diseños más gruesos y robustos para resistir golpes.
- En condiciones extremas o para olas grandes, como en Nazaré o Jaws, se utilizan leashes especiales para big wave surfing, con mayor grosor y resistencia. Además, algunos modelos incluyen elementos de liberación rápida en caso de emergencia, combinándose con chalecos de flotación para el surf de remolque.
- De igual forma, para el surf de competición o en olas pequeñas, hay leashes de competición más finos y ligeros, que reducen el arrastre sin comprometer demasiado la seguridad. Elegir el tipo correcto garantiza funcionalidad, rendimiento y protección en cada sesión.
Mantenimiento y cuidados para alargar su vida útil
Aunque el leash está diseñado para resistir condiciones exigentes, un mantenimiento adecuado puede prolongar su vida útil y mejorar la seguridad en el agua. Lo primero y más básico es enjuagarlo con agua dulce después de cada sesión. El salitre, la arena y el sol aceleran el desgaste de los materiales, por lo que limpiarlo y dejarlo secar a la sombra ayudará a conservar su elasticidad y evitará que el velcro se deteriore prematuramente.
Además, hay que evitar guardar el leash enrollado fuertemente o dejarlo sujeto a la tabla durante largos periodos. Esto puede crear deformaciones en la cuerda, provocando que se enrede fácilmente en el agua. Lo mejor es colgarlo o dejarlo estirado en un lugar fresco y seco. También conviene revisar el swivel para asegurarse de que gira con fluidez. Si se atasca o se oxida, podría generar torsiones incómodas durante la sesión.
Asimismo, es recomendable cambiar el leash periódicamente, incluso si no parece dañado. Un leash puede debilitarse con el tiempo aunque no haya señales visibles. Si se practica surf a menudo, un recambio anual es una buena medida de prevención. Además, llevar siempre un leash de repuesto en la mochila, sobre todo si se va a surfear en un lugar aislado es importante. Cuidar bien el invento es, literalmente, cuidar la conexión con la tabla.