En el diseño de una tabla de surf, cada parte tiene una función específica que influye en cómo se comporta sobre la ola, desde la curvatura del rocker hasta el volumen total de la tabla, todos los elementos trabajan juntos para definir la experiencia del surfista. Una de las partes de la tabla de surf más determinantes, y a veces menos comprendidas, es el tail, es decir, la cola de la tabla. Aunque puede parecer un detalle menor, su forma y tamaño tienen un impacto directo en el control, la velocidad y la maniobrabilidad de la tabla.
El tail es la sección trasera de la tabla, y es desde donde se ejecutan muchos movimientos clave durante una ola. Al colocar peso sobre el tail, el surfista dirige la tabla, cambia de dirección y controla su velocidad. Según la forma del tail, la tabla responderá de forma más suelta, más estable, más rápida o más agresiva. Por eso, entender los distintos tipos de tail es básico a la hora de elegir una tabla.

En este artículo vamos a explorar qué es el tail, cuáles son los principales tipos y cómo influyen en el rendimiento. También veremos qué tipo de tail es más recomendable según cada nivel y las olas que se suelen surfear.
¿Qué es el tail y cuál es su función en el surf?
El tail es la parte trasera de la tabla de surf, cumpliendo una función esencial, al ser el punto desde el cual el surfista controla la dirección, realiza giros y regula la velocidad. Cuando se aplica presión en esta zona, la tabla responde cambiando de trayectoria o frenando ligeramente, lo que permite maniobrar en la pared de la ola o ajustar el ritmo durante el recorrido. Por tanto, es una herramienta clave para tener precisión y reacción dentro del agua.
Además de permitir giros y cambios de peso, el tail también influye en la fluidez y el agarre de la tabla. Un tail ancho, por ejemplo, proporciona mayor flotación y velocidad, perfecto para olas pequeñas. En cambio, un tail estrecho ofrece más agarre y control, especialmente útil en olas grandes o potentes. Esta relación entre superficie y respuesta hace que la forma del tail determine en gran medida el tipo de surf que se puede hacer con una tabla.
La interacción entre el tail y las quillas también es importante, ya que ambos elementos trabajan juntos para proporcionar dirección y estabilidad. Por eso, al diseñar o elegir una tabla, los shapers consideran cuidadosamente cómo se complementan la forma del tail, el número de quillas y su colocación. En definitiva, el tail no es solo una parte estética, sino un elemento técnico y funcional que convierte la tabla en una extensión precisa del cuerpo del surfista.
Tipos de tail y cómo afectan al rendimiento
Existen muchos tipos de tail, cada uno diseñado para ofrecer respuestas específicas sobre la ola.
- Uno de los más comunes es el squash tail, de forma cuadrada con bordes redondeados. Este tail proporciona una buena combinación de maniobrabilidad y control, siendo cómodo para surfistas de nivel medio a avanzado y para condiciones variadas. Su diseño permite giros ágiles sin perder demasiada velocidad, lo que lo convierte en una opción versátil para muchos estilos de surf.
- El round tail o cola redonda, en cambio, ofrece un giro más suave y fluido. Se usa mucho en tablas para olas grandes, ya que permite mantener el control en secciones rápidas y potentes.
- Similar, pero más extremo, es el pin tail, en forma de punta, que ofrece máximo agarre y estabilidad en olas grandes o tubos. Sin embargo, al tener menos superficie, limita la capacidad de respuesta en olas pequeñas y hace que la tabla sea menos suelta.
- Otras variantes incluyen el swallow tail (cola de golondrina), que mejora el agarre en giros y ofrece una sensación suelta sin perder estabilidad, cómodo para olas pequeñas y tablas tipo fish.
- El square tail, proporciona mayor velocidad en línea recta y buena respuesta en giros cerrados.
Cada tail tiene su propósito y su estilo, y, por tanto, saber elegir según las condiciones y el nivel puede marcar una gran diferencia en el rendimiento y disfrute en el agua.
Elegir el tail adecuado según nivel y tipo de ola
Para surfistas principiantes, lo más recomendable es un tail que facilite la estabilidad y la maniobrabilidad básica. En este sentido, el squash tail suele ser la opción más equilibrada para principiantes. Su forma ayuda a mantener el control sin exigir demasiada técnica, lo que permite concentrarse en aspectos como el take off, la postura y la lectura de la ola. También proporciona buen agarre y velocidad en condiciones suaves, algo esencial al comenzar.
Si ya se tiene un nivel intermedio o avanzado, se puede empezar a buscar tails que se adapten mejor a cada estilo de surf o a las condiciones de los spots favoritos. Si gustan las olas potentes y los tubos, un pin tail o un round tail darán más control en las bajadas críticas y en las secciones verticales. Por el contrario, si se surfean en olas pequeñas y se busca diversión y fluidez, el swallow tail o incluso el square tail ofrecerán mayor soltura y respuesta para maniobras creativas.